Por unas horas, y no vean de qué manera: las referencias sobre el concierto en que Chuck Prophet (lo comentaba ayer) recuperaba el clashico disco London Calling superó las mejores expectativas: con un repertorio de ensueño (ni un puto tema malo, pardiez), el amigo, sus Telecasters y una banda bautizada Spanish Bombs se marcaron bolo capaz de demoler el sótano del Sidecar. Planteamiento inteligente: nada de emular a los Clash. Pillar la esencia de los temas, mantener su pulso y tensión e interpretarlo siguiendo las pautas del rock americano de toda la vida. Para levitar y estrellarse contra el techo, oigan. El final de la noche, sin desperdicio: extrañaba la ausencia de Ladrón, el dibujante rockero y rutero que peina la melena más desmesurada del clan. En estas, a la puerta de la sala, se desplomó un tipo madurito que acarreaba una voluminosa maleta, reclamo inmediato para que aparezcan instantáneamente todos los amigos de los ajeno que rondan por la Plaza Reial. Servidor y el siempre solicito fotógrafo Luis Lecumberri (otro rutero caritativo) luchamos por hacerle recuperar la verticalidad, ayudados por un paisano (ebrio) que insistía en regar con cerveza al desmayado. Logrado el objetivo, con el menda aturdido y discutiendo con el tajarín, veo que abre ojos como platos y nos pregunta: “¿es peluca?”. Nos giramos y vemos que se refiere a Ladrón. Nos volvemos hacia él para confirmar que la mata de pelo ladronil es auténtica cuando vemos que, de la maleta, ha extraído ¡¡una frondosa peluca!!, que procede a colocar en su testa. Buscando la cámara oculta, ahí los dejamos y huimos hacia Las Ramblas. Lovers Rock!!
Todavía me arepiento más de no haber ido...estas cosas solo os pasan a vosotros!! Juas, juas, juas..Saludos.
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