70 tacos, oigan. Si a alguien se le ocurre pronosticar en la Factory de Warhol que el antipático guitarrista de Velvet Undeground iba a cumplir 70 años, le habrían tachado de majara. Tiempos de speed, heroína, guerras de egos, discos hirientes como White Light, White Heat, de reinventar el rock y plantar la semilla de un nuevo sonido que sigue sonando contemporáneo.
De los diez primeros discos que me compré, cuatro eran suyos. El primero, Transformer. El segundo el inevitable Rock’ and Roll Animal (censurado), los otros dos el plátano y el tercero de VU. Hace unos años, tras verle bastantes veces en directo, tuve el placer de trabajar en su show en el Auditori barcelonés. Llegó acompañado por el maestro chino, con kimono incluido. Me firmó Berlin y le acompañé al escenario, ya saben, linternita y esas cosas. Andaba tieso como una escoba, víctima de unos terribles dolores de espaldas. Pasos cortos, como los ancianos. Pisó las tablas y se transformó. Magnífico concierto, repertorio de lujo, y la sensación de que no estaba para muchos trotes y que su esqueleto no resistiría otra larga gira.
Hoy cumple 70 ensayando una nueva gira. Cojonudo. Ah!, en su hoja de servicios, hay que añadir haber logrado tocar lo que no suena a los fans de los pelmazos de Metallica, su última hazaña. Al parecer, Reed lleva realmente mal las demoledoras críticas cosechadas. Y uno que creía que estas cosas se la traían al pairo. Conociéndole, es capaz de tocar Lulu de cabo a rabo en sus próximos conciertos junto al disco experimental grabado junto a John Zorn y Laurie Anderson, The Stone, lo más extremo que jamás ha editado, posiblemente superando a Metal Machine Music. De momento, ya ha tocado <<Junior Dad>> con ellos en Paris, con brutal resultado. Busquen el youtube, búsquenlo...
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