Empiezo la semana Oriol Llopis, para calentar el lanzamiento de su libro La Magnitud del Desastre. Un orgullo poder editarlo, tras años de leer a Llopis en artículos y críticas. Fui el primero en leerlo por cuestiones obvias, y aluciné paso a paso, paquete a paquete (así llama él a los capítulos). El lunes 30 estará a la venta, y quien quiera lo podrá comprobar.
Llopis, además de captar la esencia de lo que hablaba, tiene una gran capacidad para hacer que te interesen las referencias que llenan su universo. Hablemos de sus discos: siempre habla de su desapego hacia las cosas materiales, y el viernes en la fiesta de 66 rpm lo demostró una vez más. Se presentó cargado de Lp’s, de sus lp’s, de esos plásticos que él recomendó y muchos de nosotros (afortunadamente) compramos a ciegas. Él daba un Lp a los primeros compradores de su libro. Y se inició la carrera hacia su mesa: luego el personal comparaba las piezas conseguidas: Roger Estrada con un álbum de Brian Ferry, Morfi Grey con uno de Kevin Ayers, Emili con uno de Aerosmith, Román con uno de Ian Hunter...y servidor con el Paris 1919 de John Cale. Ahora no recuerdo quién se llevó el Berlin de Lou Reed. Un festival, oigan. Mañana, hablamos de sus libros.
El Berlin (como no podía ser de otra manera) se lo llevó el Xavi Mercadé....Quién por cierto hizo una originalisima composición fotográfica con el subsodicho disco y el libro de Oriol. El Llopis lo ha titulado ROCK&ROLL BODEGÓN.
ResponderEliminarY por cierto, esta copia del Berlin contenía una sorpresa en su interior: un mecanoscrito de cinco páginas de una tal Marta sobre un viaje ácido. Un disco con historia.
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