Tras la primera edición del Turborock!, celebrada el pasado septiembre, no quedaron dudas: había que repetir. Diversión a raudales y un cartelazo de tirar de espaldas, un extraño lujo: dos noches de excelente rock’n’roll, en las que ningún grupo falló. Fue duro para el cuerpo, pero ya recuperados hay que empezar a planificar el nuevo asalto. Opción A, Santander. Opción B, Benidorm. Me decanto por la B por proximidad geográfica, así que a tachar días en el calendario hasta llegar al Auditorio Julio Iglesias el 2 y 3 de septiembre. Repiten listado de artistas invitados de lujo, pero valdría la pena ir aunque sólo tocara uno: Matthew Sweet. Llevo una semanita desgastando su álbum 100 % Fun, y eso alarga la espera. Una jodida maravilla, que incomprensiblemente no le permitió el paso a la División de Honor, categoría rockstars. Da igual. Escuchar <<Sick Of Myself>> provoca un placer indescriptible, sumergirse en la sicodelia de <<Lost My Mind>> es la repanocha, oigan, con dos de los mejores guitarristas de todos los tiempos cruzando sus notas con las de Sweet. ¿Qué quiénes son? Uno, Richard Lloyd, el compinche de Tom Verlaine en Television. El otro, el brutal (y tristemente desaparecido) Robert Quine. Para quien no le conozca, prometo próximo Dedos Pegajosos dedicado a su obra. Les dejo, vuelve a sonar <<Come To Love>>..........
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