MAX, ARREBATO IMPOSIBLE

Cada uno tiene sus neuras y fijaciones. Yo acumulo muchas. Demasiadas. Dispersas, no complementarias, pero persistentes y obsesivas. Una de ellas era una colección de cómic. En pequeño formato, la editorial Arrebato inició hace años la tarea de intentar introducir en el mercado español (por esas fechas, volcado en consumir tebeos de todo tipo, tamaño y precio) ese fetiche magníficamente impreso, con tapa dura y lomo de tela popularizado en la Europa franco – belga por la colección Atomium. Apostaron por autores autóctonos muy relacionados con la música y la llamada “movida madrileña”, para lanzar la colección Imposible con  gente como los estilizados Sento y Javier de Juan, los radicales Micharmut y Miguel Calatayud, el tremendo Gary Panter con Invasión de los Elvis Zombies (que incluía un flexi – disco) y mi favorito del lote, Max. Precisamente suyo era el cómic que me faltaba para completar la colección: lo tuve y desapareció en alguna fiesta desquiciada, ya saben. Siempre estaba ahí, un hueco que algún día había que volver a rellenar. Imposible, y valga la redundancia,   localizarlo en alguna tienda especializada a un precio no astronómico. Hace pocas semanas volvió el tema a mi cabeza, mientras hablaba con mi amiga Sandra Uve, con quien compartimos inquietudes sobre viñetas y autores que nos ponen. Decidí recurrir a la tienda virtual todocoleccion, versión autóctona y modesta del famoso ebay. En pocas horas, El Carnaval de los Ciervos llegó vía correos. Me lo he vuelto a leer. Tres veces en tres días. Qué delicia.