STEVE MARRIOTT VIVE

Y no, no lo dice Flowers, el fotógrafo más majareta del planeta, individuo peligroso al que la cercanía de un micrófono obliga a repetir -poseído por el espíritu mod- una y otra vez la grandeza de los Small Faces. Teóricamente Marrott protagonizó una de esas muertes absurdas que tanto abundan en la historia del rock, abrasado en su cocina. Pero el amigo Manel Corazón de Rock’n’roll Celeiro, viendo anoche el brutal concierto de Howlin Rain en Barcelona, volvió a reivindicar con justicia la enorme influencia de Steve en un montón de bandas. Tenía Manel razón – como casi siempre-: por momentos Marriott abandonó su escondrijo y se marcó unos rocanroles sobre las tablas de la 2 de Apolo. Sería injusto limitar el talento de H. Rain a meros revisitadores de un pasado glorioso, la banda no se limita a recrear tiempos pretéritos. Pero tras el bolo –y el peligroso tercer tiempo, en el que se comenta la jugada en algún local cercano-, es inevitable machacar Humple Pie. Rockin’ The Fillmore Performance, doble en vivo imprescindible. Cuando la aguja abandona los surcos en que están registrados temas como su visión de <<I Don’t Need No Doctor>> o <<Stone Cold Fever>> es el momento para largarse a la cama, no sin saber que estás condenado a pasar <<30 Days In The Hole>> como penitencia a tus pecados.